Como su nombre lo indica, esta opción no crea una sociedad autónoma en el país, sino que crea una persona jurídica subsidiaria de la principal. Por tanto, el primer paso es elaborar una Escritura Pública que contenga la información legal y financiera de la compañía, documentos que luego deben legalizarse según las normas Chilenas.

La declaración debe contener designación del Representante Legal de la Sucursal en Chile, Estatutos o by-laws de la Sociedad, certificado de vigencia, nombre, domicilio, información relativa al capital y giro de la Sucursal Chilena, y declaración expresa en que la Sociedad declara mantener en Chile bienes suficientes para garantizar su liquidez en caso de contraer futuras obligaciones.